Prevención de trastornos musculoesqueléticos

Las estadísticas de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OSHA) indican que los trastornos musculoesqueléticos (TME) son una de las enfermedades de origen laboral más comunes que afectan a millones de trabajadores en toda Europa y alrededor del mundo. Esta enfermedad puede afectar el desenvolvimiento diario del trabajador y ocasionan importantes erogaciones a los empresarios.

Los trastornos musculoesqueléticos (TME) relacionados con el trabajo son lesiones de los músculos, tendones, ligamentos, nervios, articulaciones, cartílagos, huesos o vasos sanguíneos de los brazos, las piernas, la cabeza, el cuello o la espalda que se produce o se agrava por tareas laborales como levantar, empujar o jalar objetos. Los síntomas pueden incluir dolor, rigidez, hinchazón, adormecimiento y cosquilleo (Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH)).

Para afrontar y prevenir los TME  efectivamente en el trabajo se debe conocer  las causas físicas y los factores de riesgos organizativos. La EU-OSHA explica que normalmente no hay una única causa de los TME, sino que son varios los factores que trabajan conjuntamente, algunos de ellos se mencionan a continuación:

  • Manipulación de cargas, especialmente al agacharse y girarse.
  • Movimientos repetitivos o forzados.
  • Posturas extrañas o estáticas.
  • Vibraciones, iluminación deficiente o entornos de trabajo fríos.
  • Trabajo a un ritmo elevado.
  • Estar de pie o sentado durante mucho tiempo en la misma posición.

Existes datos crecientes que vinculan los trastornos musculoesqueléticos con factores de riesgo psicosocial (en especial combinados con riesgos físicos), entre los que se incluyen:

  • Alto nivel de exigencia de trabajo o una escasa autonomía.
  • Escasa satisfacción laboral.

La prevención es esencial para evitar los TME entre los trabajadores. En la mayoría de las ocasiones es necesario un asesoramiento profesional para minimizar de manera efectiva el riesgo del TME, no obstante, la EU-OSHA indica las siguientes recomendaciones para su prevención:

  • Diseño del lugar de trabajo: adaptar el diseño para mejorar las posturas de trabajo.
  • Equipo de protección personal (EPP): proporcionar al trabajador el EPP, asegurarse que el mismo tenga un diseño ergonómico y adecuado para las tareas.
  • Trabajadores: crear conciencia del riesgo de los TME proporcionando información y capacitación sobre buenos métodos de trabajo.
  • Tareas: cambiar los métodos o herramientas de trabajo, si fuese necesario.
  • Gestión: planificar el trabajo para evitar los movimientos repetitivos o trabajar en malas posturas durante un tiempo prolongado. De igual manera, se debe planificar pausas para descansar, rotar los puestos de trabajo o reasignación del trabajo, si fuese necesario.
  • Factores organizativos: desarrollar una política en materia de trastornos musculoesqueléticos (TME).

Si ya existen casos de empleados de con TME, se deben considerar enfoques de gestión dónde exista la vigilancia y promoción de la salud, rehabilitación y reintegración de los trabajadores.

Fuente: Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OSHA)

Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH)