Beneficios de la planificación estratégica

La planificación ofrece a los gerentes dirección y orientación para realizar sus actividades efectivamente. La planificación constituye un esfuerzo coordinado que se realiza con el fin de cumplir objetivos y hacer realidad diversos propósitos organizacionales. Establecer metas y escoger la mejor manera de alcanzarlas es la función principal del planeamiento, además de diseñar las actividades y procesos a seguir para la consecución de dichas metas e identificar las personas encargadas que emprenderán las acciones correspondientes.

La previsión es parte esencial del proceso de planificación, supone mirar al futuro y predecir que podría pasar. El análisis del entorno ayuda a contemplar los riesgos económicos, políticos, tecnológicos, legales, sociales, entre otros; además de analizar los clientes, proveedores, mercado y status de la organización ante dichos elementos.

Por otro lado, si se toma en cuenta el marco estratégico de la organización, la planificación contempla la estrategia global de la empresa, es decir involucra a todas las áreas organizacionales y departamentos de la misma. La planificación estratégica busca crear objetivos estratégicos que permitan crear valor a los accionistas, clientes, entre otras partes interesadas.

No importa el tamaño de la organización, la planificación implica un mejor desempeño. A continuación se enumeran algunos beneficios de la planificación estratégica:

  1. Mejora la coordinación de actividades: al establecer objetivos, metas y planes de acción claros, se puede mejorar el desempeño de las personas involucradas.
  2. Reduce la incertidumbre y minimiza los riesgos: realizar un análisis del entorno general antes de planificar permite que la incertidumbre descienda al igual que los riesgos asociados con el desempeño organizacional.
  3. Aumenta la predisposición y preparación de la empresa a los cambios futuros: si se tiene una idea de los cambios o sucesos que puede pasar en un futuro al día de hoy, se puede preparar la empresa para enfrentar los mismos.
  4. Mejora la comunicación y genera compromiso y motivación entre los miembros de un equipo de trabajo: involucrar al personal del área en el proceso de planeamiento, genera un compromiso e identificación de los miembros con los objetivos y, por tanto, los motiva en su consecución, fomentando la comunicación entre las partes involucradas.
  5. Obliga a la dirección de empresa a pensar, de forma sistemática y estratégica: la planificación estratégica obliga a visualizar la empresa como un todo, generando una reflexión sistemática de la adecuación de recursos y capacidades de la empresa, con miras al crecimiento futuro.
  6. Los recursos disponibles se pueden ajustar mejor a las oportunidades generando niveles más altos de rentabilidad de inversión: la asignación oportuna de recursos y capacidades pueden generar mayor crecimiento y rentabilidad a futuro.

La planeación es un proceso continuo y flexible, una vez cumplido los objetivos, los directivos y gerentes deben proponer nuevas metas. De igual manera, el plan debe permitir cambios y correcciones cuando sean necesarios, la adaptación es la clave una planificación estratégica exitosa.

Fuente: Sainz, J. (2003). Plan Estratégico en la práctica (1ª. ed.). España: Editorial ESIC.

Membrado, J. (2007). Metodología avanzada para la planificación y mejora (1ª. ed.). España: Díaz Santos.